- La lucha libre, un buen tequila y un diseño innovador son los elementos que Mucha Liga ha explotado para conquistar al país nipón y, recientemente, a Estados Unidos.
Una botella que asemeja una máscara de lucha libre ha sido el diferenciador que ha llevado al tequila Mucha Liga a cautivar al mercado japonés y al estadounidense en menos de dos años. No se trata sólo de una botella bonita, dice Jorge Cárdenas Calzada, uno de sus socios fundadores, “nuestra obligación es que el líquido también sea de calidad”.
Para un emprendedor, es todo un reto competir con las grandes marcas tequileras, como Cabrito, 100 años, Cazadores, Jimador o José Cuervo, por eso “estamos obligados a hacer algo nuevo, original, que sea un sello distintivo y llame la atención de las personas”, asevera Cárdenas.
Según la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT) en México existen alrededor de 1,400 marcas de esta bebida alcohólica. Algunas de ellas con diseños de botellas fuera de lo tradicional, hay algunas en forma de corazón, de toro o de guante de box, como el tequila Nocaut, que ha tratado de llamar la atención de sus consumidores a través de la conexión con este deporte.
Al inicio, Jorge Cárdenas y sus socios Yakin Oggier y Bruno García tuvieron la idea de que su tequila se vendiera en los aeropuertos como un duty free, pero ahora se comercializa en bares, restaurantes y en tiendas de regalos en Japón y Estados Unidos. Y, recientemente, en su tienda en Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo.
Un golpe de suerte
Hace tres años, Oggier y Cárdenas habían sido intermediarios tequileros entre los campesinos de agave y las empresas. “Pero es muy complejo y nos fue muy mal porque el precio del agave es como el dólar, todos los días está subiendo y bajando. Nos dejó un mal sabor de boca, por eso buscamos nuevas oportunidades”.
Para diferenciarse en el mercado, los emprendedores pensaron en lanzar un tequila que resaltara la mexicanidad a través de la lucha libre, “pero teníamos que hacerlo de manera diferente, fuera de lo popular, resaltando el diseño”, explica Cárdenas.
Con la idea en mente buscaron a Bruno García, que él ya era un emprendedor tequilero. Él se convirtió en su socio e invirtió 100 mil pesos para hacer un molde de acero para la botella.
En ese punto, cuenta el emprendedor, tenían una idea, pero no sabían cómo aterrizarla y cómo hacer que la botella pareciera una máscara de luchador, por lo que empezaron a experimentar con la combinación de los colores del cristal y el del tequila.
“Si al tequila reposado se le pone una botella azul no combina. Ese fue un tema importante, por eso necesitamos que el líquido fuera transparente”, acota Cárdenas. Mucha Liga cuenta con tres variedades: tequila blanco, reposado y añejo.
“Cada tequila tiene una historia, el blanco se llama Bravo y es el novato de la liga de lucha libre, este es el de máscara azul. El rojo es el Caníbal, el reposado, es el personaje rudo. El añejo es el Invicto, es el luchador consolidado que ya es un ídolo (y tiene máscara blanca)”.
Cada uno de los tres socios nos identificamos con uno de los personajes, confiesa el emprendedor tequilero.
Pese a que ya tenían un producto bien definido, no fue fácil colocar el tequila y financiarse. “Justo en el momento en que ya no teníamos un peso y nos íbamos a rendir vimos que a la gente le gustaba nuestro producto y reaccionaba como nosotros queríamos”, dice Jorge.
Sin esperarlo, en internet se comenzó a hablar de Mucha Liga. Algunos blogs en Francia y Estados Unidos habían escrito sobre el diseño de sus botellas porque les llamó la atención. Ese ha sido un impulso para darse a conocer entre sus posibles clientes.
“Tuvimos un golpe de suerte, pero necesitamos invertir en marketing para hacernos difusión”, asegura Cárdenas.
En las grandes ligas
Con la primera inversión y gracias a un contacto de Bruno García, que ya conocía el mundo tequilero, Mucha Liga logró exportarse a Japón. La producción de las primeras 500 botellas fue posible porque su socio importador pagó por adelantado.
Con las ganancias de esa primera producción pudieron hacer más botellas para continuar con el negocio.
El país asiático consumió 1, 398, 781 litros de tequila el año pasado, una cantidad mínima si se compara con los 161 millones que se exportaron en 2016 a Estados Unidos, de los 196 millones de litros que llegan a todo el mundo, según datos del Consejo Regulador del Tequila (CRT).
Así que, Japón sólo fue un trampolín para llegar a Estados Unidos. A partir de ahí contactaron a un importador que confió en el producto para llevarlo a Estados Unidos, a Chicago en el estado de Illinois, así como a California y Florida.
Y ahora que los diseños pintados a mano de las botellas de Mucha Liga se han difundido en internet, cuenta Cárdenas que los han buscado de Australia, Canadá, Suecia y Colombia para hacer negocios.
Aunque la comercialización de Mucha Liga se ha concentrado en el extranjero, después de que abrieron su primera tienda en Playa del Carmen, el objetivo es llegar a todo México al mediano plazo a través de e-commerce.
El futuro parece prometedor. “Todo ha sido muy rápido, en cuestión de tres meses han llegado oportunidades. Es una muestra de que con el mínimo de capital se puede hacer algo grande si tienes una gran idea”, concluye Cárdenas.