El Bitcoin llegó a valer 20.000 dólares en diciembre. Desde entonces ha perdido el 70% de su valor entre robos y cruzadas con los reguladores, pero sigue siendo la criptodivisa más popular del mundo. El auténtico drama son las más de 800 monedas digitales que murieron por el camino.
Dead Coins es una web dedicada a enumerar todas las criptomonedas que hoy valen menos de 1 centavo. La lista completa incluye 828 monedas, de las cuales 636 iban en serio pero no llegaron a materializarse, 125 eran estafas, 55 se concibieron como una broma y 12 acabaron hackeadas.
Esta extensa lista de “criptodivisas muertas” ilustra bien la explosión de ICOs de los últimos 18 meses que la CNBC compara con la burbuja puntocom del 2000. Una ICO (Oferta Inicial de Monedas) es un proceso en el cual una empresa emite su propia moneda para financiar un proyecto basado en blockchain. Los inversores no obtienen una participación en el capital de la empresa, sino criptomonedas que podrán usar en un producto determinado.
Algunos inversores participan en las ICOs porque creen en el proyecto, pero en general estas “salidas a bolsa digitales” funcionan porque las criptomonedas recién creadas son muy baratas y pueden producir grandes ganancias si aumenta su valor. En los últimos 18 meses ha habido una gran explosión de ICOs. CoinSchedule estima que en 2017 las empresas recaudaron 3800 millones de dólares a través de ellas. En lo que vamos de 2018, esa cifra se ha disparado hasta los 11.900 millones de dólares.
Sin embargo, las ICOs son inversiones muy arriesgadas en las que cientos de proyectos no llegan a buen puerto y otros tantos son directamente fraude, como demuestra la lista de Dead Coins. En un mundillo en crisis por la pérdida de valor del Bitcoin, el resultado son más de 800 criptodivisas muertas.