Cuando finalmente tienes la oportunidad de comenzar una vida independiente, puedes caer en la tentación de usar todo el dinero que ganas para rentar tu casa soñada, sin embargo, si no lo planeas con cuidado, podría afectar tus finanzas severamente.
Para tener una distribución apropiada del gasto sin que sangren tus arcas personales, es necesario asignar sólo el 30% de su sueldo como pago máximo para la renta de un inmueble, reveló Lamudi.
El portal inmobiliario precisó que por ello es importante que antes de que elijas una vivienda primero se debe conocer cuál es el equivalente al 30% del sueldo y a partir de ahí comiences a buscar el espacio que se convierta en tu futuro hogar.
En caso de que decidas compartir el lugar, podrías incrementar el monto a rentar, pues de ambos sueldos ayudarían a sustraer el porcentaje antes señalado como una buena oportunidad para conseguir un inmueble más amplio y en las zonas con mayor plusvalía, según sea el estilo de vida del o los interesados.
Lo importante es entender por qué 30% y no 40% o 20 por ciento. De acuerdo con los cálculos propuestos por profesionales financieros una fórmula que puede beneficiar a tu economía es dividir el ingreso en: 50/30/20.
- 50% debe ser asignado a gastos básicos (alimentos, pago de servicios, renta y/o hipoteca).
- 30% a gastos personales (ropa, entretenimiento y esparcimiento).
- 20% al ahorro, al asegurar dichos porcentajes se tendrá un control del efectivo evitando gastos emergentes.
De no llevar una correcta administración de los ingresos se puede caer fácilmente en malos hábitos, pues al no contar con el capital para pagar los conceptos antes mencionados corres el riesgo de endeudarte o incrementar la deuda existente.