- Haces muchas más cosas en la mañana y pierdes mucho menos tiempo en la noche pensando en lo que tienes que hacer.
Hace poco me hice el propósito de levantarme todos los días a las 5:00 am durante un mes. Todos hemos leído estos artículos en los que la gente dice que despertarse temprano es la mejor decisión que han tomado en la vida, y yo necesitaba comprobarlo por mi mismo. Nota especial: yo siempre he sido madrugador, suelo despertarme rápido y sintiéndome fresco y descansado.
Y aunque al principio fue complicado despertarme tan temprano, me adapté rápidamente. Lo que más trabajo me costó fue acostarme temprano. Si podía dormirme a las 10 de la noche, despertar 7 horas después era suficiente tiempo de sueño. Pero cuando me acostaba a media noche o a las dos de la mañana, ahí se convertía en todo un reto. Fue complicado empatar estos horarios con mi esposa que al principio no estaba nada contenta, porque esto implicaba que en ocasiones yo me tenía que ir a dormir cuando ella aún no estaba lista para hacerlo. Pero el experimentó sobrevivió.
Con el tiempo, mis horarios se hicieron más consistentes. Hacia el final del mes, ya me estaba durmiendo de lo más feliz a las 10 de la noche. Y mi esposa estaba haciendo lo mismo.
En retrospectiva, lo único que hice fue adelantar mis días tres o cuatro horas. Empecé a funcionar de cinco de la mañana a 10 de la noche, en lugar de hacerlo de nueve a 12/1 de la madrugada. Pero al hacerlo, incrementé drásticamente mi productividad.
La mañana es el mejor momento para trabajar
Piensa en la cantidad de veces que revisas tus dispositivos durante la jornada laboral. Hacer esto es una gran distracción. Y aunque intentes poner tu celular y tu correo lejos mientras trabajas (algunas personas sí lo logran) la verdad es que es un gran reto cuando tienes responsabilidades urgentes. Tal vez necesites estar atento al teléfono en caso de que tus hijos se enfermen en la escuela, o tal vez necesites revisar tu correo o Slack para responder mensajes importantes.
Pero todos esos mensajes y distractores no llegan a las 5 de la mañana, por eso es una excelente hora para trabajar sin distracciones. Y puedes lograr muchísimas cosas en tres horas. Yo me encontré a mi mismo haciendo terminando muchas más cosas para la hora en la que los demás se levantan que lo que antes lograba hacer en días enteros.
También me hizo darme cuenta de lo valioso de los esfuerzos concentrados. Ser capaz de poner toda tu atención en lo que estás haciendo durante un buen periodo de tiempo, sin distracciones, es impresionante.
Tuve más tiempo para mi mismo
La noche solía ser el tiempo que me daba a mi mismo. Y esto ya era bastante complicado, considerando todas las distracciones que hay en la noche: siempre hay buenos partidos que ver, amigos y familiares con los que convivir, eso sin contar que en la noche ya estaba un poco cansado del día.
Al hacer la transición de este tiempo personal a la mañana me dio la oportunidad de hacer las cosas que realmente quiero hacer. Se me hizo más fácil leer, hacer ejercicio y mantenerme al día con las noticias. Sin distracciones en la mañana, pude emplear mi tiempo justo como yo quería.
Hacer este espacio para mi tiempo personal en las mañanas me dio energía para el resto del día. Estuve mucho más enfocado en las tareas que tenía que realizar y menos ansioso sobre mis responsabilidades. Antes solía despertarme disperso y corriendo para llegar al trabajo, lo que no me dejaba tiempo para pensar sobre lo que haría en el día ni para considerar las cosas que quería lograr. Esta transición hacia las mañanas me ha traído una mayor productividad y me ha liberado de mucha ansiedad.
Desperdicio menos tiempo en la noche y durante los fines de semana
Debo admitir que despertar a las 5 de la mañana ha cambiado mi vida social. Tengo menos ganas de salir los fines de semana y tengo menos disponibilidad para hacer cosas durante las noches. Habiendo dicho esto, ha habido tiempo más que suficiente para compartir con los demás, sólo hemos cambiado de contexto. Los fines de semana hago lo que se me da la gana durante el día. Y después de regresar cansado de haber trabajado en la semana, tengo algunas horas para gastar libremente.
Este cambio ha sido muy saludable para mi. Tengo más energía porque me he relajado y estoy disfrutando lo que hago en lugar de estar a las 2 de la mañana en un bar o en un antro. Estoy desperdiciando menos tiempo los fines de semana, e incluso en las noches entre semana. Porque una vez que llegaba a cierta hora, mis niveles de productividad disminuían. Eso significaba que entre las 10 de la noche y las 2 de la mañana no estaba logrando casi nada. Y cuando empiezas un negocio, encontrar lo que mejor funciona para ti es básico.
Ahora invierto ese tiempo en dormir. Trabajo durante mis horas más productivas y duermo en las que no soy productivo. Y aunque la cantidad de trabajo y de diversión no ha cambiado, la efectividad de ambas sí. Soy más productivo mientras trabajo y estoy más relajado cuando estoy descansando.
Empecé a dormir mejor
Cuando me despierto a las 5 de la mañana, termino el día exhausto y me quedo profundamente dormido en cuanto pongo la cabeza en la almohada. Y a esto ayuda el hecho de no sentir que tengo que trabajar antes de irme a la cama. Dormirme era mucho más difícil cuando intentaba desconectarme inmediatamente después de haber contestado correos o de haber terminado un proyecto. Ahora tengo la oportunidad de ir bajando el ritmo. Me hubiera gustado saber esto antes para aprovechar esta descompresión al final del día.
En general, dormí menos horas durante este mes pero me he sentido mucho mejor. Creo que una gran parte de esto tiene que ver con que he tenido sueños mucho más profundos que fui monitoreando con diferentes apps.
Una ventaja adicional: cuando me acuesto no me siento ansioso sobre todo lo que tengo que hacer al día siguiente. Sé que lo resolveré cuando me despierte temprano. Tengo 3 horas de alta productividad en la mañana antes de que la gente se despierte. Y además de tener un sueño más profundo, la disminución del estrés me ha llevado a tener mejores niveles de satisfacción en mi vida.