La inflación interanual de México se aceleró durante el mes de septiembre, con un incremento de 0.42 por ciento, con lo cual la tasa anual de inflación se ubica en 5.02 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este resultado está en línea con las previsiones de analistas, que estimaron una subida de la inflación anual a 5.01 por ciento
En un reporte, el banco mexicano Banorte expuso que en septiembre de 2018, la inflación en su comparación anual se debe en gran parte a un efecto de base, por la suspensión del cobro de ciertos servicios en la Ciudad de México, en particular el transporte público, después de los sismos de septiembre de 2017, y que la llevó a tasa anual de 6.66 por ciento en agosto a 6.35 por ciento en ese año.
Sin embargo, el INEGI especificó que el aumento en la inflación también carga con el aumento de los precios en las gasolinas, el jitomate y el huevo.
El índice nacional de precios al consumidor (INPC) creció un 5.02 por ciento en el noveno mes del año a tasa interanual, tras el 4.90 por ciento de agosto y en línea con el 5.01 por ciento pronosticado por especialistas.
Por cuarto mes consecutivo la inflación interanual avanzó, luego de haberse desacelerado entre enero y mayo. Desde enero de 2017, el indicador supera la meta permanente que el Banco de México (Banxico) estableció en 3 por ciento.
A finales de agosto, Banxico advirtió a fines de agosto que, respecto al informe trimestral previo, estima un retraso de la convergencia a su objetivo de inflación para el primer semestre de 2020.
Entre los riesgos al alza para la inflación expresados por Banxico está la presión sobre el tipo de cambio por tasas de interés externas, los precios relacionados con la energía, medidas proteccionistas globales y un gasto público mayor al anticipado.
La inflación interanual subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, avanzó un 3.67 por ciento, ligeramente por encima de lo esperado.
En términos mensuales, la inflación general se aceleró un 0.42 por ciento, mientras que la subyacente avanzó un 0.32 por ciento.
El gas licuado, la gasolina de bajo octanaje, el huevo y el jitomate fueron los genéricos que mayor incidencia tuvieron en el alza del índice nacional de precios al consumidor en el mes. Sin embargo, las bajas en algunos vegetales y frutas como la papa y la naranja ayudaron a menguar la aceleración de la inflación mensual e interanual.