¿Te queda toda la ropa que está en tu clóset? Probablemente no. Tal vez ahora eres más algo o más delgado, o evolucionaste tu estilo. En cualquier caso, has dejado de ponértela. No duran para siempre.
Lo mismo puede ser cierto para la relación con algunos de tus clientes. En ocasiones, los contadores de las empresas que quedan cortos ante el crecimiento de la empresa.
Estas son algunas señales de que esto puede estar ocurriendo:
1. Nadie ha estado administrando de manera proactiva el flujo de efectivo. Los gastos e ingresos cambian constantemente. Rara vez se alinean a los deseos de los dueños. Ya sea que requieren efectivo para salir de algún apuro o un lugar par obtener el mejor rendimiento en el exceso de efectivo hasta que éste sea requerido. Su contador nunca ha discutido la administración del flujo de efectivo. Asumen que el banquero del dueño tiene esto cubierto.
2. Es momento de vender el negocio. Agentes de bienes raíces usualmente no enlistan una casa y la muestran de inmediato, más bien la inspeccionan, especifican las reparaciones requeridas, montan la propiedad, etc. De manera similar, el dueño de un negocio requiere la experiencia de un contador en venta de compañías, y específicamente ayuda para prepara la venta para maximizar el valor.
3. Experimentan expansión geométrica. Muchos negocios abren una nueva locación, inclusive en otro estado, incursionan en línea o venden internacionalmente. El contador del barrio que han usado puede ser un antiguo amigo, pero las diferentes jurisdicciones pueden implicar una curva de aprendizaje. Requieren de alguien que haya trabajando en este tipo de negocios antes.
4. No se sienten importantes. El contador presenta declaraciones, pero hasta ahí. El dueño sólo habla con ellos cuando ellos llaman al asesor. De otra manera, el contador no es proactivo y no toma interés en el éxito del negocio.
5. El negocio ha desarrollado un nicho. Con el tiempo, consultorios médicos se vuelven su nicho. Compran edificios, los renuevan para las necesidades médicas y administran de manera privada clínicas. Su contador tiene una práctica general con pocos doctores y algunos clientes con rentas. El negocio requiere a alguien que se centre en el campo médico como nicho, alguien que entiende las necesidades específicas de los doctores y su relación con las grandes redes de la salud.
Si cualquier de estas situaciones está ocurriendo en alguno de los negocios de tu cliente, pueden ser que su contador ya les quede chico. De manera alternativa, si tienes experiencia en el área, asegúrate de que la gente sabe que estás buscando activamente nuevos clientes, para que tengas un pie en la puerta cuando tengas alguna oportunidad.
También debemos tomar un momento para considerar los millones de personas que no tienen un contador pero lo requieren, ya que es una situación similar. Una persona debe buscar un nuevo contador en las siguientes situaciones:
1. Cuando financieramente tiene sentido. Cuando el valor de los ahorros fiscales que un nuevo asesor encontrará excede al costo de sus honorarios, hace sentido cambiar.
2. Cuando inician un negocio. Muchas personas tienen un negocio personal secundario. Cuando tienes otro negocio, aún siendo ofrecer consultas o vender algo por Internet, tu situación fiscal se torna más complicada.
3. Cuando la vida se complica. Si ganas un salario, rentas casa y no tienes hijos, seguramente tus impuestos son muy simples. Cuando tú tienes casas en renta, o tienes ingresos de otros tipos, seguramente te beneficiarás de una asesoría profesional. No descubras el hilo negro.
4. Cuando se requiere planeación financiera. Quieres asesoría financiera independientes personalizada a tus necesidades. Has conocido a mucha gente en el negocio de seguros e inversiones ofreciéndote planeación gratuita. Te has dado cuenta que su objetivo es vender sus productos; sin embargo, tú quieres a alguien de confianza que te dé asesoría financiera pero que no vende inversiones. Muchos contadores encuadran en esa descripción.
5. Cuando no estás seguro. Poco conocimiento puede ser peligroso. Si estás en una situación y no estás seguro de las reglas, lo mejor es buscar asesoría profesional.
La inercia es poderosa. Algunas personas se estancan con lo que tienen. Otros se sienten cómodos haciendo las cosas en cierta manera, aún cuando sus circunstancias han cambiado. Algunas veces, sin embargo, tiene sentido hacer una pausa y reevaluar la situación. Esto asegurará que, como profesional de la contabilidad, estás haciendo el mejor trabajo que puedes ofrecer a tus clientes.