- La cercanía con la estaciones incide al alza en los precios de los inmuebles, sobre todo si son utilizados por residentes que buscan estos medios de movilidad.
De las 195 estaciones que forman parte del Metro de la Ciudad de México, el precio por metro cuadrado más caro se encuentra en la estación Polanco de la Línea 7, con 94,796 pesos, de acuerdo con un análisis realizado por el portal inmobiliario Propiedades.com.
Para el estudio se revisaron los precios de venta por metro cuadrado de departamentos en venta en un búfer de 300 metros alrededor de cada estación.
Entre las estaciones más caras también se encuentra Auditorio y Mixcoac, ambas igualmente de la Línea 7, con precios por metro cuadrado de 89,567 pesos y 60,000 pesos respectivamente.
En las estaciones Hospital 20 de Noviembre (Línea 12), Patriotismo (Línea 9) e Insurgentes (Línea 1), el precio por metro cuadrado va de los 54,000 a los 57,000 pesos, aproximadamente.
Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com, explicó que la cercanía de las viviendas con la red de transporte de la ciudad mejora la calidad de uso potencial de cada departamento.
Añadió que entre los principales beneficios están la opción de trasladarse en un menor tiempo, un uso más intensivo de puntos de interés conectados a la red de Metro, el que los inmuebles se revalorizan a un mayor ritmo, sobre todo si los problemas de movilidad en la ciudad se agudizan y se potencia la sustitución del uso del automóvil por transportes alternativos.
En el lado opuesto, el precio por metro cuadrado más barato se encuentra en la estación Merced de la Línea 1, con un costo de 9,041 pesos.
En las estaciones Niños Héroes (Línea 3), Garibaldi (Línea 8 y Línea B) y Tepito (Línea B), el metro cuadrado cuesta alrededor de 11,000 pesos, mientras que en las estaciones Agrícola Oriental (Línea A), Obrera (Línea 8) y Viaducto (Línea 2) el precio ronda los 15,500 pesos.
La cercanía con la estaciones incide al alza en los precios de los inmuebles, sobre todo si son utilizados por residentes que buscan estos medios de movilidad, señaló González.
“El presupuesto del hogar tiene un mejor balance, gracias al menor gasto por uso del automóvil. Esto podría ser considerado como un beneficio adicional de uso, lo que incrementa su valor al alza”, indicó.
Y concluyó que como valor agregado está la eficiencia en la conectividad entre el nodo vivienda y los nodos de uso, como el empleo, escuelas y hospitales.