La incertidumbre de los consumidores es una de las mayores presiones para la colocación de vehículos, pero no es la única.
La venta de autos en México atraviesa una crisis que pareciera no tener fin. Tras caídas en dos años consecutivos, 2019 no pinta mejor: la industria espera una baja en sus ventas de 6.5%, con miras a ajustar su perspectiva en lo que resta del año.
Los números de los últimos meses han sorprendido incluso al mismo sector automotriz, ya que en 2015 y 2016 se registraron ventas históricas, alcanzando 1.5 millones de autos colocados. Sin embargo, este año la industria espera –en el mejor de los casos– una cifra de 1.3 millones de vehículos, cuando –a decir de los analistas– se debería de hablar de 1.7 millones.
Este problema no tiene una sola raíz, debido a que han sido varios factores los que han presionado a la industria y a sus consumidores en los últimos meses.