La OPEP ha ignorado durante años el auge de la industria petrolera en EEUU y parece estar lamentando este error. Ahora, la organización está haciendo otra apuesta gorda: por el fin de la era dorada en la producción de petróleo de esquisto, escribe el periodista Javier Blas.
Próximamente, los ministros de los países que forman parte de la OPEP discutirán si van a aumentar la meta de la producción de crudo o, por el contrario, seguirán reduciéndola en el futuro. Mientras tanto, distintos comerciantes y ejecutivos de la industria creen que la producción petrolera en EEUU sufrirá una desaceleración en 2020.
¿Dejará de ser EEUU un dolor de cabeza para la OPEP?
En septiembre del 2019, la extracción de petróleo en el país norteamericano alcanzó otro récord histórico, tras haberse situado en 17,5 millones de barriles diarios. Este volumen superó en 1,3 millones de barriles diarios al que se registró en ese mismo periodo del año anterior. Se espera que antes de ralentizarse, la expansión petrolera continúe creciendo hasta comienzos del 2020, destaca Blas.
Las empresas independientes que en un tiempo impulsaron la revolución de esquisto en EEUU, lucharán por mantenerse a flote, mientras que las compañías con ingresos mayores, como Exxon Mobil, posiblemente continúen gastando grandes recursos para aumentar la producción en Texas, Nuevo México, etc.
Durante la mayor parte del 2019, la marca Brent ha estado vendiéndose a 60 dólares por barril y ha superado en un 14% al precio medio registrado a comienzos de año. Este hecho se debe al razonable trabajo implementado por Riad para poder equilibrar el mercado, considera Marco Dunand, uno de los ejecutivos de la casa comercial Mercuria Energy.
¿Qué países podrán convertirse en una espina en la garganta de la OPEP?
Es posible que la producción de crudo en EEUU no sea el mayor problema para el cartel a partir de ahora, sino la extracción en los países que no forman parte de la OPEP. La producción en Brasil y Noruega va aumentando y seguirá al alza en 2020. Las empresas noruegas han empezado en 2019 a explorar el petróleo en Johan Sverdrup, el mayor yacimiento del mar del Norte. En Guyana, pequeño país suramericano que comparte frontera con Venezuela, ya están a punto de bombear su primer barril de crudo.
“La primera parte del 2020 será difícil para la OPEP. La producción en EEUU ha estado creciendo fuertemente en este trimestre y a estos volúmenes se añade la extracción en los países que no forman parte del cartel en la primera mitad del año que viene (…)”, destacó Russell Hardy, director general de la empresa independiente Vitol Group.
Esta es la causa por la que habrá algún tipo de sobreoferta de crudo en la primera mitad del año, mientras que la OPEP estima que los países necesitan bombear solo 29 millones de barriles diarios para satisfacer las necesidades del mercado y prevenir la acumulación de reservas. No obstante, varios expertos consideran que la producción en los países fuera del grupo no estará a la altura de los pronósticos, mientras que la demanda global, por el contrario, crecerá más rápido de lo previsto.
“El temor de que se produzca una recesión global en el mercado ha retrocedido. Aunque existen problemas aquí y allá, la música en general no ha parado y la demanda no seguirá el modelo del 2008 —cuando se desplomó en medio de la crisis financiera—”, concluyó Hardy.