- Aunque no lo creas, el villano de “The Dark Knight” tiene algunos consejos para la acción emprendedora.
¿Qué no se ha dicho de Batman: El caballero de la noche -digámosle en lo sucesivo The Dark Knight por favor- a estas alturas del partido?
En pocas palabras, hablamos de la película que revolucionó el cine de superhéroes; la que inició una ola de relanzamientos de propiedades bajo enfoques serios y realistas; la cinta que demostró que los héroes en spandex también rendían para tramas ubicadas en géneros como el drama y el thriller criminal; el filme que nos dejó a uno de los mejores villanos de toda la historia del cine en la piel del fallecido Heath Ledger.
Sobre esto último, podrían escribirse tomo enteros (si no es que ya los hay) para abordar al enigmático Joker de Ledger, para deducir las iteraciones del personaje que el actor estudió (¿es más el Joker de Grant Morrison, el de Alan Moore o ninguno de los anteriores?), y las ideas que repasó en su cabeza para proponer una conclusión propia de este.
Así como detrás del maquillaje (o pintura de guerra, según el mythos de la película) esconde un pasado posible de inferir pero imposible de descifrar, el Joker de The Dark Knight presume lecturas más allá de los evidentes actos de villanía que comete, y -lo mejor de todo- que son aplicables a la vida real.
Si le prestas atención, verás que el personaje te dice que:
1. Planees cada detalle de todo proyecto que lleves a cabo
No importa si se trata de estudiar, trabajar, tomar un diplomado o iniciar un negocio; analiza el escenario completo, divídelo en pasos y de ahí decide cómo iniciarás, cómo llegarás al siguiente y así sucesivamente.
Es algo que deja claro la secuencia del robo bancario. El Joker tuvo preparado desde las tareas a las que cada uno de sus secuaces debía avocarse y el orden en que estos debían asesinarse, hasta el momento en que debía irrumpir el autobús en el que habría de escaparse.
Ya ni hablemos de la manera en que orquestó su fuga del precinto de Ciudad Gótica, o de cómo quebró hasta la médula a Harvey Dent con tal de demostrarle al mundo un punto. Todo un maestrazo de la planeación.
2. Aprendas a venderte
“Si eres bueno en algo, nunca lo hagas gratis”, dice el Joker con una seguridad de campeonato en la reunión de jefes criminales de Gótica. Y tiene toda la razón del mundo.
Necesitas aprender a traducir en cifras económicas tu desempeño y el nivel de conocimiento y habilidades que te distinguen. Debes tener en mente cuánto vale tu trabajo; ponle precio, no lo malbarates.
¿Por qué los mafiosos de Gótica lo contrataron casi de inmediato para liquidar a Batman? Porque supo venderse, porque los impresionó, lo que nos lleva a…
3. Le apuestes a la teatralidad
Estamos en un mundo en el que la competencia es ley, de forma que si consideras que eres bueno en algo, siempre habrá alguien que lo puede hacer mejor.
En ese entendido, ¿qué puedes hacer para dejar una impresión que te convierta en la mejor opción (aun cuando no necesariamente la seas)?
Sé teatral.
En la trilogía The Dark Knight, la Liga de las Sombras tiene un mantra que reza “Teatralidad y engaño, poderosos aliados en contra los no iniciados”, lo que en pocas palabras quiere decir que el común de la gente es fácilmente impresionable.
Puedes tener el mejor speech bajo la lengua, pero si no dejas una buena impresión en el receptor de tu mensaje, estarás destinado a permanecer en el limbo profesional.
No necesitas pintarte como payaso ni vestirte como murciélago para llegar a esa teatralidad de la que hablamos; basta con que pulas tu presencia, trabajes actitud, plasmes seguridad y transmitas confianza para que cumplas con el punto. Solo no caigas en la posición del hablador/falso/farol, porque esos son detectables desde la luna.
4. Siempre tengas un plan b
En la escena del “experimento social” que involucra a dos ferris, Batman frustra el plan del Joker de provocar que los pasajeros de alguno de los navíos hicieran explotar al otro. ¿Se quedó con los brazos cruzados el Payaso Príncipe del Crimen? Por supuesto que no. Tenía un plan alterno: volarlos a los dos vía control remoto.
Siempre ten en cuenta que la vida está hecha de variables y de que casi nunca llegarás a una meta sin que varios obstáculos se te crucen en el camino. Mientras mejor anticipes las adversidades, mayores oportunidades verás cuando un tropiezo sea inminente.
La próxima vez que veas The Dark Knight, recuerda que no solo estás ante la mejor película de superhéroes de todos los tiempos (suena trillado, pero lo es), sino también ante un documento didáctico que contiene lecciones de mejoramiento personal y profesional. El mundo adulto es de los Jokers, no de las personas grises y sin inventiva.