- Aunque es bien sabido de los excesos del vocalista ante el alcohol, las drogas y el sexo, existen aspectos muy destacables dentro de su vida, pero sobre todo en su vida profesional que son dignos de ser imitados.
A casi 26 años de su muerte este icono del rock sigue levantando pasiones, no solo con el legado de su música, sino con millones de historias que se siguen descubriéndose en torno a su figura, la de un verdadero líder y que cualquier persona e incluso emprendedor podría tomar para inspirarse. Por extraño que parezca nos referimos a Freddie Mercury.
Freddy Mercury, líder de la banda Queen fundada a mediados de los 70, siempre fue una persona recelosa de su intimidad y su vida privada, misma que ha sido develada recientemente en una película biográfica Bohemian Rhapsody, La historia de Freddie Mercury.
Aunque es bien sabido de los excesos del vocalista ante el alcohol, las drogas y el sexo, existen aspectos muy destacables dentro de su vida, pero sobre todo en su vida profesional que son dignos de ser imitados.
Gran energía
Roger Taylor baterista de la banda Queen detalla en una entrevista realizada por la revista NME que la esencia de Mercury radicaba justamente en su gran energía y vitalidad, lo que lo hacia único y especial. “Él encarnaba la idea de que con tesón y confianza todo se puede conseguir en la vida. Creía en sí mismo y en nosotros”.
Esta energía la reflejaba en todo lo que hacía, y gracias a ella lograba conectar con el público. Aunque con menos energía, por la enfermedad, aun todavía a un mes de su muerte, tuvo el tesón suficiente para grabar cuatro pistas que dejaría para la posteridad.
Practicar la resiliencia
Freddie Mercury fue muy practicante de la resiliencia. En 1987 se enteró de su condición de VIH Positivo, pero fue un secreto que mantuvo para la audiencia y solo compartió con un círculo muy cercano como su asistente personal, sus compañeros de la banda y su pareja. Pero a pesar de vivir con esta condición que le marcaba que moriría siguió arriba del escenario.
Al respecto su asistente personal, Peter Freestone, afirman que nunca se deprimió por el hecho, sino que asumió la enfermedad como algo con lo que tenía que vivir, y lejos de encerrarse siguió produciendo y cantando. Freeman señala que Freddie decía que no valía la pena perder tiempo tratando de pensar cómo se había contagiado, dónde o cuándo.
Madurar y adquirir experiencia
En una entrevista Mercury fue cuestionado sobre la imagen extravagante de su pasado (uñas pintadas y pelo largo) a lo que respondió que no se arrepentía, que todo se trataba de madurar y adquirir experiencia y que era mejor reírse a lamentarse. Y afirmó que él sabía que se veía ridículo, pero al final del día eso funcionó, que simplemente se trataba de madurar y adquirir experiencia
Valorar el trabajo en equipo
Si algo tenía Queen es el talento que lo conformaba. Sus cuatro integrantes tienen el talento para escribir canciones, por lo que cuando se reunían a grabar un álbum todos cooperaban con algo para el mismo. Otro detalle es que Mercury reconocía que eran cuatro personas muy distintas pero que cuando se juntaban había una química que funcionaba y que sencillamente encajaba. Esto además de significar el saber trabajar en equipo hablaba de la disposición y apertura que Freddie profesaba.
The Show Must go on
Esta es el título de una de las últimas canciones que grabara el líder lanzada en 1991 y fue escrita para él por Bryan May. En ese momento el líder de Queen se encontraba muy mermado por la enfermedad. Esta es la razón de que no se haya grabado vídeo alguno y solo se hiciera una recopilación de los conciertos y giras de la banda. La letra sentencia “El show debe continuar”, de lo que Freddie Mercury era muy creyente, sobretodo en el sentido de que pese a a la adversidad las cosas tenían que continuar.